TODO A PUNTO EN LA NUEVA ESTACIÓN DE ZONAS ÁRIDAS
Fuente: AndaluciaInvestiga.com – Manuel Luis Pérez
La ubicación del centro científico en el Parque Científico Tecnológico de Almería (PITA) facilita la interacción con los estudiantes e investigadores de la UAL
A partir de la semana que viene, la nueva sede de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) en el PITA estará a pleno rendimiento. El centro, además de contar con un mayor número de laboratorios y nuevos equipamientos que permiten a los investigadores desarrollar en óptimas condiciones sus proyectos, posibilita el intercambio de conocimientos y recursos con la Universidad de una forma más cómoda y directa.
«El sitio natural de un centro de investigación es un campus universitario», afirma Eulalia Moreno, directora de la EEZA. Así se establece un beneficio mutuo y constante entre el centro de investigación y la universidad, puesto que además de tener una cantera de científicos a mano, los estudiantes pueden acceder fácilmente a la biblioteca especializada de la estación y a su colección científica de fauna y de flora, una colección de referencia mundial.
Más espacio
La construcción de la nueva sede soluciona también los problemas de espacio que presentaba el anterior edificio. De tres laboratorios que se veían obligados a compartir entre varias disciplinas, se ha pasado a seis bien diferenciados: biología molecular, química, suelos, fisiología vegetal, fisiología animal y geomorfología experimental.
Además, el edificio cuenta con un animalario para poder realizar estudios de conducta de varias especies, así como investigaciones sobre la polinización con el abejorro bombus.
Aunque el centro lleva algunas semanas instalado en la nueva sede,faltaban por perfeccionar algunos detalles necesarios para el correcto funcionamiento de los laboratorios.
Investigación
Los resultados de las investigaciones que se desarrollan en la EEZA pueden ser decisivos para conocer los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas y sobre el propio ser humano. Moreno subraya que los proyectos con una mayor aplicación práctica o más visible entre la población general están enfocados a «identificar variables como consecuencia del cambio global».
Los estudios sobre el ave camachuelo trompetero han conseguido «identificar al menos una especie que cambia su rango de difusión aparentemente por la temperatura». La presencia de este pequeño pájaro se ha incrementado en el sureste ibérico debido al aumento de la temperatura en la zona.
Referentes al cambio global se incluyen las investigaciones sobre el ciclo del carbono, el elemento químico presente en todo ser vivo, y el proyecto Pinguclim, que analiza cómo afectan los cambios de temperatura y el deshielo a las poblaciones de pingüinos de la Antártida y su vulnerabilidad a los parásitos.
En esta línea se abre un campo interesante de investigación básica que la EEZA está realizando. El cambio de temperatura o de humedad modifica la relación entre parásitos y huéspedes, posibilitando que los virus transportados por animales silvestres puedan hipotéticamente dar el salto a la especie humana.
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