VOLVER

Share

Analizan cómo responde nuestro cerebro ante mensajes que promueven un consumo saludable

Investigadores del departamento de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Granada, en colaboración con la Tilburg University (Holanda), demuestran que las reacciones de nuestro cerebro ante mensajes de consumo saludable predicen mejoras en los hábitos de alimentación.

Fuente: Universidad de Granada


Granada |
09 de marzo de 2022

Un equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Granada (UGR), ha analizado cómo responde nuestro cerebro ante mensajes que promueven un consumo saludable, demostrando que las reacciones de nuestro cerebro ante estos mensajes pueden predecir mejoras en los hábitos de alimentación.

Los resultados cerebrales revelaron que, en comparación con los mensajes no personalizados, las comunicaciones adaptadas implicaron reacciones en áreas cerebrales asociadas con el valor y la importancia personal.

Uno de los problemas de mayor envergadura a nivel mundial en general, y particularmente en España, es el de la alimentación no saludable. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 44,9% de hombres de más de 18 años y el 30,6% de mujeres padecen sobrepeso. De hecho, España constituye el cuarto país en el ranking de obesidad infantil en Europa.

Ante esta problemática, el grupo de investigación SEJ-625 “Marketing y Cambio Social” de la Universidad de Granada está analizando en los últimos años la utilidad de diversas tipologías de campañas de comunicación saludable para modificar comportamientos y dirigirlos hacia hábitos de alimentación saludables.

En su último estudio, liderado por los profesores del departamento de Comercialización e Investigación de Mercados Luis Alberto Casado Aranda y Juan Sánchez Fernández, se ha evaluado cómo el cerebro reacciona ante dos tipos de mensajes saludables muy habituales: no personalizados y personalizados.

Los mensajes no personalizados (por ejemplo: “Alguien de confianza puede proporcionarnos apoyo una vez hayamos empezado con hábitos de alimentación saludable” o la tradicional pirámide alimentaria) están diseñados para llegar a un público amplio y comunicar información útil para consumidores en general. Los mensajes personalizados, en cambio, están basados en las creencias, conocimientos, actitudes, el peso, estatura o comportamiento actual del consumidor en relación a la alimentación (por ejemplo: “Pepe, tu amiga Juana podría ayudarte a mejorar tu dieta y hacer más actividad física a la semana” o los mensajes de los dispositivos de registro de actividad).

Estudio con sujetos con hábitos poco saludables

Concretamente, los investigadores de la UGR, junto con colegas de la Tiilbug University (Holanda), reclutaron a 30 participantes con hábitos de alimentación poco saludables y grabaron su cerebro mientras que permanecieron en un escáner cerebral y leían mensajes personalizados (teniendo en cuenta las características de cada participante) y no personalizados. Posteriormente a las pruebas, y durante un mes, recibieron una intervención especializada basada en mensajes y explicaciones sobre cómo mejorar sus hábitos de alimentación. Tras el mes de intervención, se les preguntó de nuevo cuáles eran sus hábitos de alimentación.

Los resultados cerebrales revelaron que, en comparación con los mensajes no personalizados, las comunicaciones adaptadas implicaron reacciones en áreas cerebrales asociadas con el valor y la importancia personal. De forma crucial, de entre dichas áreas cerebrales, hubo cuatro (hipocampo, corteza medial frontal, corteza orbitofrontal inferior y circumbalación angular) que pronosticaron las reducciones en la ingesta de alimentos poco saludables que se produjeron tras el mes de recepción de mensajes saludables.

Estos resultados podrían ofrecer implicaciones cruciales para la sanidad, los profesionales y/o los responsables políticos, que deberían implementar esfuerzos sustanciales en la creación de campañas individualizadas centradas en las necesidades, los objetivos y los impulsos percibidos por los ciudadanos en relación a la alimentación saludable para reducir los problemas de sobrepeso.

Además, esta investigación constituye un paso adelante al mostrar una asociación directa entre las respuestas cerebrales ante los mensajes nutricionales personalizados y los cambios en la conducta alimentaria saludable en la vida real.

Referencia bibliográfica:

Casado-Aranda, L.-A., van der Laan, N., & Sánchez-Fernández, J. (2021). Neural activity in self-related brain regions in response to tailored nutritional messages predicts dietary change. Appetite, 105861. https://doi.org/10.1016/j.appet.2021.105861


Share

Últimas publicaciones

Descubre organizará más de 300 Cafés con Ciencia en Andalucía en los próximos 12 meses para acercar la investigación a la ciudadanía
Andalucía | 26 de julio de 2024

En su 15ª edición, esta actividad de divulgación científica contará con encuentros sobre salud mental, Cafés dedicados al colectivo LGTBI y un Café con Ciencia para conmemorar el Año Cajal dedicado a Ramón y Cajal. La organización de los Cafés con Ciencia se puede solicitar por correo electrónico cafeconciencia@fundaciondescubre.es hasta el 15 mayo de 2025.

Sigue leyendo
Patentan pastillas de soja biodegradables para el abono controlado de cultivos
Huelva, Sevilla | 25 de julio de 2024

Un equipo de investigación de las universidades de Sevilla y Huelva ha creado unas tabletas a partir de proteínas de soja que liberan progresivamente nutrientes a las plantas. El nuevo producto permite un crecimiento saludable, optimiza la producción agrícola y evita la contaminación de suelos y aguas subterráneas.

Sigue leyendo
Muestran la escasa importancia del mosquito tigre en la transmisión de la malaria aviar
Sevilla | 25 de julio de 2024

El equipo científico, formado por expertos de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); la Universidad de Granada y el Nature Research Centre de Lituania ha analizado el papel de este díptero como vector de patógenos de la malaria aviar. El estudio apunta a la preferencia del mosquito tigre por alimentarse de mamíferos como una de las posibles causas de la baja relevancia en la dispersión de la enfermedad.

Sigue leyendo

#CienciaDirecta

Tu fuente de noticias sobre ciencia andaluza

Más información Suscríbete

Ir al contenido