Las personas coinfectadas por COVID-19 y citomegalovirus tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares
Un trabajo de la UCO y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba pone de manifiesta que la infección conjunta de uno de los herpesvirus más frecuentes y el coronavirus provocan un envejecimiento prematuro del sistema inmunitario en pacientes leves o asintomáticos, aunque la vacuna frente a COVID-19 parece ayudar a prevenir este fenómeno
Fuente: UCC+i
El citomegalovirus (CMV) es uno de los herpesvirus con mayor prevalencia mundial. En función de la zona geográfica puede afectar entre el 40% y 90% de la población y, aunque no produce sintomatología en personas sanas, el control de esta infección crónica requiere un trabajo constante del sistema inmunitario, que lucha permanentemente por mantenerlo a raya. Un trabajo de la Universidad de Córdoba (UCO) y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) ha evaluado el efecto que tiene la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 en pacientes que han cursado COVID-19 de forma leve o asintomática y que a su vez estaban contagiados por citomegalovirus. Según los resultados de esta investigación, las personas coinfectadas con ambos patógenos presentan un envejecimiento prematuro del sistema inmunitario, lo que se relaciona con un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares a edades más tempranas.
Tal y como explica la investigadora principal del estudio, la doctora Alejandra Pera, esto no quiere decir que las personas que hayan sido contagiadas con estos dos virus vayan a desarrollar necesariamente problemas cardiovasculares. No obstante, dada la prevalencia de ambos virus, sí supone una circunstancia más “que podría tenerse en cuenta en el historial clínico del paciente” y añadirse a la lista de otros factores de riesgo como el consumo de alcohol y tabaco, la ingesta habitual de alimentos altos en grasas saturadas o el mantenimiento de un estilo de vida sedentario.
Células ‘T’, en su justa medida
El trabajo ha analizado el estado del sistema inmunitario en personas con y sin infección crónica por citomegalovirus a los 3 y 12 meses de haber contraído infección leve o asintomática por SARS-CoV-2 (coronavirus responsable de la COVID-19). Según los resultados, en los pacientes infectados por ambos virus se genera una expansión de células ‘T’ con mayor funcionalidad. Estas células T son linfocitos dotados de memoria fundamentales para la defensa de nuestro organismo, pero que cuando sus funciones se activan de forma excesiva generan inflamación y pueden llegar a dañar el endotelio vascular, una capa de células que recubre el interior de los vasos sanguíneos. “El citomegalovirus, por sí sólo, provoca que estas células aumenten. Ahora hemos comprobado que el SARS-CoV-2 genera un efecto añadido”, añade la investigadora.
Uno de los aspectos llamativos de la investigación es que este efecto ha podido documentarse en personas que cursaron la infección por este coronavirus de forma leve o asintomática. La comunidad científica está estudiando en mayor medida los efectos en pacientes con síntomas graves, “pero estamos viendo que la COVID-19 también tiene consecuencias a medio y largo plazo en personas que pasaron la enfermedad sin complicaciones y que debemos tener en cuenta”, subraya la autora principal del estudio
Las vacunas como prevención
El trabajo, cuyo primer autor es el investigador pre doctoral de la UCO Pablo Álvarez, muestra que tras el contagio por SARS-CoV-2 se produce un aumento de células asociadas a enfermedades cardiovasculares en pacientes que presentan previamente una infección por citomegalovirus. Sin embargo, en aquellos individuos que enfermaron de COVID tras haberse vacunado, no se produce este fenómeno.
Aunque habría que realizar más estudios que tengan en cuenta el efecto de las distintas olas y variantes del coronavirus, concluye la doctora Alejandra Pera, los resultados parecen indicar que las vacunas previenen y amortiguan esta expansión descontrolada de células T capaces de causar daño cardiovascular.
Referencia:
Accelerated T-Cell Immunosenescence in Cytomegalovirus-Seropositive Individuals After Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2 Infection. Pablo Álvarez-Heredia, Irene Reina-Alfonso, Jose Joaquín Domínguez-del-Castillo, Carmen Gutiérrez-González, Fakhri Hassouneh, Alexander Batista-Duharte, Ana-Belén Pérez, Raquel Tarazona, Rafael Solana, Alejandra Pera. The Journal of Infectious Diseases, jiad119, https://doi.org/10.1093/infdis/jiad119
Últimas publicaciones
Un equipo de investigación de la Universidad de Málaga ha evaluado a casi un centenar de estudiantes de entre 8 y 12 años para entender mejor los desafíos léxicos a los que se enfrentan aquellos con pérdida auditiva. Las expertas sugieren un enfoque basado en relaciones entre determinadas clases de palabras para mejorar su aprendizaje y que puedan estudiar en igualdad de condiciones que sus compañeros oyentes.
Nos encontramos a menos de un día del solsticio de diciembre, que tendrá lugar a las 10:20 de este sábado, hora española. Esta efeméride marca el comienzo de las estación astronómicas de invierno para el hemisferio norte. Dejamos atrás el otoño, con sus tonalidades amarillas, naranjas y marrones, y damos paso al color blanco de los copos de nieve, a las luces de colores, y a las flores de pascua. Son algunos de los protagonistas de estas fiestas, que también tienen su ciencia. Por ello os proponemos descubrir diferentes curiosidades científicas relacionadas con la Navidad. ¿Sabías que el espumillón comenzó a fabricarse de aluminio y plomo y con el paso del tiempo ha variado su composición para hacerse ahora de PVC? ¿Te has preguntado alguna vez por qué las típicas flores de esta época del año son esas y no otras? ¿ O cuánto consumen las luces led del árbol que adornas cada año?
Sigue leyendoEl consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, ha presidido el Patronato celebrado en Sevilla. El Plan prevé el fomento además de la divulgación en el ámbito de la emergencia, la seguridad y la defensa, al tiempo que comenzarán los trabajos para la divulgación del trío de eclipses solares previstos en la Península para 2026, 2027 y 2028. La Fundación ha celebrado previamente el acto de reconocimiento de las personas y entidades Colaboradoras Extraordinarias de Descubre.