VOLVER

Share

Un estudio señala que hay personas que perciben a los pobres como animales, y rechazan ayudarles porque los consideran culpables de su situación

Una investigación realizada en la Universidad de Granada señala que las personas con un nivel socioeconómico bajo son deshumanizadas por una parte de la población, que los considera como si fueran seres inferiores con características más cercanas a los animales (por ejemplo, irracionales o impulsivos) que a los seres humanos.

Fuente: Universidad de Granada


Granada |
04 de noviembre de 2020

Una investigación realizada en la Universidad de Granada (UGR) señala que las personas con un nivel socioeconómico bajo son deshumanizadas por una parte de la población, que los considera como si fueran seres inferiores con características más cercanas a los animales (por ejemplo, irracionales o impulsivos) que a los seres humanos.

Según el estudio, una mayor animalización de los pobres influye en que las personas culpen más a los pobres por su situación.

Este trabajo forma parte de la tesis doctoral de Mario Sainz Martínez que ha sido dirigida por los profesores Rosa Rodríguez Bailón y Miguel Moya Morales y en cuyo trabajo también colabora la profesora Rocío Martínez, del departamento de Psicología Social de la UGR, y ha ganado el IV Premio de Investigación para Jóvenes Doctores de la Sociedad Científica Española de Psicología Social, que se acaba de conceder.

El aumento de la desigualdad económica que podemos ver en nuestra sociedad está afectamente especialmente a los grupos con un nivel socioeconómico bajo (personas pobres o de clase social baja). A pesar de esta realidad, hoy en día muchas personas se oponen a apoyar políticas públicas que busquen la reducción de la desigualdad redistribuyendo la riqueza de las personas y/o grupos que más tienen hacia los que menos tienen.

En este trabajo, los investigadores de la UGR quisieron analizar qué factores podrían estar afectando a este rechazo a implementar políticas públicas que buscan ayudar a las personas más vulnerables de nuestra sociedad.

“Para ello, nos basamos en nuestros trabajos previos en los que identificamos que las personas con un nivel socioeconómico bajo son deshumanizadas – explican los autores-. Concretamente estas personas y/o grupos son vistos por una parte de la población como seres inferiores con características más cercanas a los animales (irracionales, impulsivos) que a los seres humanos. Esta percepción animalizada de los grupos más pobres podría, según nuestro planteamiento, ser uno de los factores que influye en cómo las personas perciben la pobreza y en el apoyo o el rechazo a políticas públicas que busquen ayudar a esta población”.

Rasgos animales

Para poner a prueba estas hipótesis, los investigadores de la UGR realizaron dos estudios (uno correlacional y otro experimental) en los que le preguntaron a los participantes (una muestra formada por 523 sujetos de entre 18 y 65 años) en qué medida consideran que las personas con un nivel socioeconómico tienen características propias de los seres humanos o comparten, por el contrario, rasgos con los animales.

Además, los autores también incluyeron medidas relacionadas con cuáles son los motivos por los cuales las personas creen que una persona y/o grupo puede acabar en una situación de pobreza, y en qué medida consideran que se deben apoyar estas políticas en pro de una mayor igualdad económica.

El investigador de la UGR Mario Sainz Martínez, uno de los autores de este trabajo.

Los resultados mostraron que una mayor tendencia a considerar que los pobres son animales (animalización) da lugar a que las personas rechacen la implementación de políticas de carácter redistributivo. Esta relación entre las variables parece estar explicada por las atribuciones sobre cuáles son las causas de la pobreza.

“Concretamente una mayor animalización de los pobres influye en que las personas culpen más a los pobres por su situación. Esto se debe a que las personas consideran en mayor medida que la pobreza es el resultado de las características y rasgos de los pobres (por ejemplo, los pobres no quieren trabajar, los pobres son vagos) a la vez que se minimizan los factores externos (la dificultad de acceder a un trabajo o las recesiones económicas)”, señalan los autores.

En general, estos resultados muestran como la deshumanización de los pobres influye en la interpretación que hacemos de las causas de la pobreza y esto, a su vez, en el apoyo/rechazo a políticas redistributivas.

Referencia bibliográfica:

Sainz, M., Martínez, R., Sutton, R. M., Rodríguez-Bailón, R., & Moya, M. (2020). Less human, more to blame: Animalizing poor people increases blame and decreases support for wealth redistribution. GroupProcesses and IntergroupRelations, 23(4), 546–559. https://doi.org/10.1177/1368430219841135


Share

Últimas publicaciones

Añaden algas en la dieta de las vacas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
Granada | 03 de septiembre de 2025

Un equipo de investigación andaluz junto con expertos de Reino Unido comprueba que el contenido en compuestos antioxidantes de estos organismos marinos mitiga la emisión de metano hasta un 40%, en una digestión simulada en rumiantes.

Sigue leyendo
Identifican variedades de quinoa adaptadas al campo andaluz ricas en vitamina E y ácidos grasos
Córdoba | 31 de agosto de 2025

Un equipo de investigación del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba (IAS-CSIC) ha analizado más de un centenar de muestras de quinoa cultivada en Andalucía y Extremadura durante dos años. El estudio ha demostrado que tanto el contenido de antioxidantes como grasas saludables depende en gran medida de la genética de la planta, lo que permitirá seleccionar aquellas variedades con mayor valor nutricional que mejor se adapten al clima del sur de España.

Sigue leyendo
Desarrollan un tratamiento de purines de cerdo que reduce la emisión de gases de efecto invernadero
Granada | 25 de agosto de 2025

Un equipo de investigación de la Estación Experimental el Zaidín de Granada (CSIC), del Centro Tecnológico EnergyLab y de la Universidad de Copenhague ha aplicado una solución a partir de residuos vegetales para reducir la liberación de sustancias nocivas de los desechos de la ganadería porcina. El hallazgo ofrece una alternativa al uso de productos químicos agresivos y abre la puerta a nuevas formas de gestionar el estiércol con menor impacto ambiental.

Sigue leyendo

#CienciaDirecta

Tu fuente de noticias sobre ciencia andaluza

Más información Suscríbete

Ir al contenido