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Un proyecto convierte un huerto escolar en un laboratorio para medir los efectos del cambio climático

El alumnado del IES Punta del Verde de Sevilla aplicará el método científico para evaluar las consecuencias del aumento de temperatura en los cultivos. El conocimiento adquirido en esta iniciativa de ciencia ciudadana se plasmará en una exposición que se presentará a asociaciones vecinales. La comunidad educativa del centro, la Universidad Pablo de Olavide, el ayuntamiento y la red de huertos urbanos de Sevilla se alían en esta iniciativa que se enmarca en el programa ‘Andalucía, mejor con ciencia’, impulsado por la Fundación Descubre y financiado por la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad.

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Sevilla |
05 de marzo de 2020

Comprobar los efectos del cambio climático en su propio centro. Éste es el objetivo del proyecto ‘El huerto del futuro’ donde el alumnado del IES Punta del Verde (Sevilla) convertirá sus instalaciones en un laboratorio al aire libre para evaluar cómo afecta el aumento de temperatura y el descenso de precipitaciones a sus cultivos. La iniciativa integrada en el programa regional ‘Andalucía, mejor con ciencia’, impulsado por la Fundación Descubre, supone la implicación activa de una comunidad para dar respuesta a un problema cercano con acciones basadas en el conocimiento.

En este proyecto, el alumnado utilizará el huerto de su instituto como laboratorio para medir el calentamiento global.

En concreto, el alumnado convertirá su huerto en un laboratorio de medición del calentamiento global. Para ello, seguirán el método científico para comprobar cómo afectan las variaciones climáticas a los cultivos. Con los resultados obtenidos diseñarán una exposición para concienciar a los vecinos del barrio sobre la incidencia real y cercana de este desafío ambiental.

El proyecto persigue que el alumnado compruebe que la influencia del cambio climático no resulta abstracta y teórica. “Analizaremos con una metodología científica, que el proceso que vivimos hoy tiene consecuencias medibles y que quedará patente en los cultivos del futuro, porque se puede evaluar ya en el presente”, incide el coordinador del proyecto, Manuel Caro.

Esta iniciativa se enmarca dentro de la denominada ciencia ciudadana. Se trata de una nueva forma de generar conocimiento científico donde la metodología involucra a la sociedad en el proceso científico para proporcionar resultados. En este proceso activo y participativo trabajan de forma coordinada comunidad educativa y científica, junto con agentes sociales.

En concreto, en este caso, el investigador del departamento de sistemas físicos, químicos y naturales de la Universidad Pablo de Olavide Luis Villagarcía asesorará al alumnado y los docentes del centro para garantizar el rigor de los resultados que luego se trasladarán a los vecinos del barrio.

El investigador del departamento de sistemas físicos, químicos y naturales de la Universidad Pablo de Olavide Luis Villagarcía es el asesor científico del proyecto.

Además, los participantes contarán con actividades divulgativas que completen su conocimiento sobre sostenibilidad. En concreto, un ‘Café con Ciencia’ en la Universidad Pablo de Olavide y la exposición ‘Los enlaces de la vida’, de la Fundación Descubre.

 Experimentación y divulgación

El proyecto ha arrancado esta mañana con la fase de experimentación donde los estudiantes de cuarto de Educación Secundaria Obligatoria y primero de Bachillerato que participan en el proyecto han sembrado semillas de zanahorias en el huerto.

Parten de la hipótesis de que el aumento de la temperatura y la bajada de precipitaciones que supone el cambio climático afectarán a estos cultivos. Para ello, durante dos meses acometerán cuatro siembras para evaluar las consecuencias de estos parámetros (temperatura y riego) en las plantas.

El proyecto ha arrancado esta mañana con la fase de experimentación, donde los estudiantes de 4º de ESO y 1º de Bachillerato que participan en el proyecto han sembrado semillas de zanahorias en el huerto.

Así, una de las siembras contará con las condiciones normales de temperatura y riego, que actuará de experimento control. Otra, contará con un aumento de temperatura y aporte hídrico. A ellas se sumarán dos que varían sólo calor o sólo agua. Tras estos experimentos, el asesor científico instalará un sensor de temperatura que medirá durante varias semanas para obtener una gráfica de variación térmica.

Para finalizar, los estudiantes medirán el peso y tamaño de la parte subterránea y aérea de las zanahorias con el fin de comprobar la incidencia de las variaciones de temperatura y riego.

De esta forma, el proyecto sale del aula y convierte el huerto en un laboratorio local de medición de efectos reales del calentamiento global.

El proyecto incluye también una fase de divulgación de los resultados. Además de plasmar el conocimiento adquirido en una exposición, la comunidad educativa difundirá las conclusiones de su investigación a las asociaciones vecinales del  barrio y a otras entidades ambientales locales en visitas guiadas al huerto-laboratorio.

Estos agentes sociales colaboran en el proyecto junto con la comunidad educativa del centro, la Universidad Pablo de Olavide, el servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento y la red de huertos urbanos de Sevilla, así como el colegio Huerta del Carmen (Sevilla).

Andalucía, mejor con ciencia

‘El huerto del futuro’ forma parte del programa de la Fundación Descubre ‘Andalucía, mejor con ciencia’, cofinanciado por la consejería de Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía. Esta iniciativa de ciencia ciudadana ha sido seleccionada como práctica inspiradora por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Hasta el momento, el programa ha contado con 20 proyectos de mejora del entorno en comunidad, 2 de ellos desarrollados en la provincia de Sevilla.

Enlace a la web del proyecto: https://andaluciamejorconciencia.fundaciondescubre.es/elhuertodelfuturo/es/



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