Investigadores de UCA y de Catania rastrean el origen de las salazones de pescado en el mediterráneo central
Un equipo de arqueología de las universidades de Cádiz y Catania investigan el origen de la salazón de pescado en el yacimiento de Portopalo di Capo Passero en el sureste de la isla de Sicilia, un punto que debió ser estratégico dentro de la ruta migratoria del atún. Allí han llevado a cabo la tercera campaña de excavación del proyecto ArcheoFish para profundizar en el conocimiento de la industria haliéutica greco – helenística y romana.
Fuente: Universidad de Cádiz
Por sus características, Portopalo se puede considerar “el ejemplo más antiguo de fábricas de salazón conocido hasta el momento en el Mediterráneo Central”, afirman los científicos de la Universidad de Cádiz. Su origen, gracias a las dataciones absolutas realizadas sobre los niveles de construcción de las piletas, se puede fechar en el siglo V a.C. Asimismo, está considerado como uno de los asentamientos dedicados a las conservas de pescado más longevos de esta isla italiana, pues la actividad pesquero – conservera se mantuvo durante un mileno, hasta el siglo V d.C. Y, además, por el número de balsas –unas 70 documentadas tras los últimos hallazgos y sólo por detrás de Lixus (Marruecos) o Troia (Portugal) en todo el mundo antiguo- se puede afirmar que “debió ser uno de los establecimientos con un mayor volumen de producción, sino el que más, de todos los que se ubicaron a lo largo de la costa siciliana desde la costa trapanesa y las Égadas hasta el sureste siracusano”.
Desde el año 2019, este equipo de investigación, dirigido por Daniele Malfitana (Universidad de Catania), Darío Bernal Casasola y José Juan Díaz (Universidad de Cádiz) y Antonino Mazzaglia (Consiglio Nazionale delle Ricerche), ha extraído cuantiosa y valiosa información de los contextos arqueológicos excavados en las distintas fábricas de salazón conocidas hasta el momento. El estudio se ha llevado cabo siguiendo el esquema y los presupuestos metodológicos del llamado ciclo haliéutico que presenta cinco aspectos fundamentales de análisis: determinación de los productos marinos (ictiofauna y malacofauna), artes o técnicas de pesca, estructuras de producción de alimentos (fábricas de salazón, salinas, …etc.), su venta y transporte y, en último lugar, el consumo. Un proyecto, con un marcado carácter interdisciplinar, que ha permitido avanzar en el conocimiento de la casi siempre invisible Arqueología del atún y del garum en este rincón del sureste de Sicilia.
En Portopalo, el registro arqueológico ha documentado varias especies marinas al poderse excavar varios vertidos en el interior de las balsas tras su abandono y la continuación de las actividades en otros espacios inmediatos. Han aparecido numerosos fragmentos óseos de atunes rojos en posición anatómica, descartados tras el ronqueo previo a la salazón de las partes cárnicas de los ejemplares. Así se han recuperado numerosos raquis (espina dorsal), parpatanas, aletas e incluso cráneos completos, cuyo estudio ictiológico y biomolecular “está permitiendo evidenciar las marcas de cortes, el tamaño de los ejemplares o tratar de obtener el ADN antiguo de estos ejemplares”. De gran relevancia, en palabras de sus autores, ha sido el hallazgo de varias pieles con escamas de atún, con cortes rectos; evidencias materiales de la elaboración en Portopalo de lomos / tacos de atún en conserva. Por otro lado, se han recuperado restos de tiburones o de pez espada, especie esta de la que se ha documentado como elemento más significativo el gladius de un ejemplar. A la pesca, se le añadieron trabajos de marisqueo, tal y como se desprende de la recuperación de ejemplares de múrices, lapas, almejas u ostras.
Estudio de materiales cerámicos
En la campaña de 2023 se ha profundizado en el conocimiento de la llamada cetaria I, pudiéndose determinar la morfología que tuvo este edificio salazonero. Se configuró como una fábrica que espacialmente contaba con una hilada longitudinal de al menos cinco piletas, construidas en el s. V a.C., a la que posteriormente se le añadió una balsa más en uno de sus laterales para aumentar el volumen productivo. Como dato destacable, en las inmediaciones de este edificio se han documentado otra serie de piletas que estuvieron funcionando en el s. IV a.C. y que muestran un nuevo modelo de cubeta a las ya atestiguadas. Así, si ya se conocían las balsas cuadrangulares para la fase más antigua (griega) y las circulares – troncocónicas para la fase helenística del s. III a.C., ahora hay que añadir para estos momentos prerromanos unas piletas planta angular con las esquinas redondeadas cuyo rasgo identitario reside en su pequeño formato, al no superar el metro de longitud en sus paredes laterales.
El estudio de los materiales cerámicos procedentes de estos contextos está permitiendo conocer los gustos y modos de consumo de las personas que habitaron este asentamiento. Llama la atención en los niveles de vertidos y abandonos el elenco tan variado de objetos de vajilla fina de mesa y cocina. Así, se han podido individualizar numerosas piezas de cerámicas griegas de origen ático, barnices negros, sigilatas orientales, morteros, cazuelas, etc… De igual forma, se han determinado los envases en los que se comercializaron las salazones de pescado portopalesas. Así, modelos anfóricos greco – helenísticos que se usaron para comercializar vino –atestiguado en Portopalo por análisis de residuos en el interior de una de esas ánforas- también debieron emplearse para transportar y comercializar estas elaboraciones piscícolas, junto con otros modelos de fabricación local. El análisis de los contextos materiales ha permitido, por otro lado, “precisar el inicio de la producción de otra de las ánforas diferenciadas, las denominadas ánforas tubulares, debiéndose ésta retrotraer al s. III a.C. en lugar de una centuria después como hasta ahora se pensaba”. Estos resultados han sido recientemente presentados en Catania en el VI Congreso internacional de la International Association for Research on Pottery of the Hellenistic Period, con muy buena acogida por la comunidad científica allí presente (octubre de 2023).
El carácter interdisciplinar del proyecto se ejemplifica en la batería de analíticas que se están ejecutando, gracias a las cuales otros espacios excavados cercanos a las fábricas de salazón se han podido vincular con estructuras donde se estuvo elaborando vino. Asimismo, los estudios de pólenes, en ejecución actualmente, permitirán a corto plazo conocer los aromas del garum; los estudios geoquímicos sobre los niveles de suelo determinarán el uso y funcionalidad de cada uno de esos espacios; y los estudios biomoleculares aumentarán el conocimiento genético del atún rojo a partir del estudio de su ADN antiguo.
Por último, el proyecto de investigación en Portopalo siempre ha llevado parejo un esfuerzo de transferencia de ese conocimiento a la sociedad en distintos ámbitos. No sólo se han presentado los últimos resultados en foros científicos y académicos, sino que también se han ofrecido conferencias a distintos niveles. La última prevista tendrá lugar a finales de noviembre en Madrid dentro del ciclo de conferencias sobre Arqueología en el exterior organizado por el Museo Arqueológico Nacional.
Proyecto premiado
De igual forma, en la propia localidad de Portopalo di Capo Passero se han llevado a cabo distintas iniciativas de cara a empoderar el yacimiento como un bien patrimonial de primer nivel internacional, mostrando sus virtudes a la ciudadanía local y sus representantes públicos en numerosas visitas guiadas al propio yacimiento, charlas formativas o incluso en la elaboración de cartelería didáctica o una ilustración científica a gran tamaño en la que se recrea el ambiente productivo de esa costa portopalesa en el s. III a.C. Todo este empeño por educar y mostrar a la ciudadanía el valor patrimonial que atesora este lugar fue reconocido el pasado verano por el propio Ayuntamiento local al conceder el premio Portopalo, Premio nazionale più a Sud di Tunisi en su decimoctava edición a los investigadores que conforman el proyecto. Además de los directores e investigadores, acudió el director de la Escuela Española de Historia y Arqueología del CSIC en Roma, A. Pizzo, mostrando así también su apoyo al proyecto.
La financiación que ha posibilitado la ejecución de los estudios de campo y laboratorio ha sido posible gracias al apoyo de los proyectos Garvm III (PID2019-108948RB-I00/ AEI / 10.13039/501100011033) del Gobierno de España/Feder, GarvmTransfer (PDC2021-121356-I00), de la convocatoria de Prueba de Concepto 2021 del Ministerio de Ciencia e Innovación, así como al proyecto Arqueología del Atún en el sureste de Sicilia (ARQ-EXT-2022-01) del programa de Proyectos Arqueológicos en el Exterior del Ministerio de Cultura y Deporte.
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